¿Qué tiene de especial la iniciativa?

Durante décadas, Valencia fue una ciudad que veneraba los vehículos a motor y presumía de la cantidad y fluidez de su tránsito. Sin embargo, en el verano de 2015, las autoridades municipales tomaron medidas para revertir esta situación. Lo exigía el escenario de emergencia climática, pero también el deseo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes, que, con el fomento de la bicicleta y la nueva peatonalización, ahorran energía y mejoran su economía.

Resultados más destacados

En Valencia, los ciudadanos se han reapropiado del espacio público y ya no son peatones. La movilidad sostenible impulsada por el Ayuntamiento de Valencia ha provocado cambios ambiciosos y fundamentales que generan salud individual y colectiva. Además de una planificación urbana enfocada en responder a la emergencia climática, es necesario cambiar los hábitos de vida, reducir los desplazamientos y fomentar el consumo local.

En determinados tramos de la red ciclista de Valencia de casi 170 kilómetros se registran unos 7 000 vehículos diarios, y el uso de este medio de transporte sostenible se ha incrementado en un 21% en el último año. Según los cálculos de la Concejalía de movilidad sostenible, cada kilómetro de carril bici supone un ahorro energético del 0,214%. Desde la aprobación en 2013 del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) hasta el momento actual, la red ciclista de Valencia ha crecido en 44 kilómetros —un 36%— que, añadidos a los nueve que se prevé ejecutar el año que viene, supondrán un ahorro energético del 11% en 2023.

Aunque el primer carril bici de la ciudad se construyó en 1982, se ha ampliado el kilometraje de la red y se han realizado mejoras en el trayecto, seguridad y puntos de aparcamiento que le han llevado a que cada vez más personas opten por este medio de transporte: se calcula que 3 de cada 10 personas que en 2021 circulaban por la red ciclista se desplazaban anteriormente en vehículo privado.

Los criterios que se han aplicado para determinar las zonas donde habilitar carriles bici han sido el citado PMUS, el resultado de las propuestas elaboradas por la ciudadanía en los presupuestos participativos y peticiones de la propia concejalía en los presupuestos anuales.

La mayoría de gente que se mueve por la ciudad lo hace a pie (alrededor del 50%), en bicicleta (6%) o en transporte público (16%): solo en torno a un 15% utiliza el vehículo privado para moverse dentro de la ciudad.

Cita del comité de evaluación

“El liderazgo político es clave en este proyecto. El ayuntamiento se comprometió con los habitantes a crear un cambio cultural con las comunidades locales. Valencia se enfrenta al cambio climático con una medida muy concreta y tangible que está modificando el paisaje y el uso de la ciudad, dando espacio al poder blando y a la movilidad sostenible. La experiencia puede reproducirse fácilmente en otros contextos.”

– Amanda Flety

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Para saber más, lea este artículo en profundidad. También, más abajo puede descargar el formulario de solicitud cumplimentado por esta iniciativa para participar en el premio Ciudades Transformadoras.