¿Qué tiene de especial la iniciativa?
La cooperativa Energética de Valladolid creció en respuesta a la crisis financiera de 2008 cuando, en protesta contra la pobreza energética y la falta de planificación del Gobierno central de una transición a la energía limpia, la ciudadanía reclamó soluciones de energía sostenible. Hoy en día, EnergÉtica firmó acuerdos con 10 ayuntamientos regionales y les suministra energía a todos.
Resultados más destacados
En la actualidad, Energética tiene 2 200 contratos de venta de electricidad al por menor (el 30 % corresponde a la ciudad de Valladolid, que representa el 89 % de los hogares) y abastece al 11% de los usuarios industriales y de servicios de la ciudad. Nuestra energía se genera íntegramente a partir de fuentes renovables: un pequeño porcentaje se produce en nuestra minicentral hidroeléctrica de Valteína, y el resto se adquiere al mercado eléctrico nacional, pero solo a productores de energías renovables garantizados por certificados de origen renovable.
En 2017 (nuestro primer año de actividad productiva) facturamos 12 000 euros, mientras que la facturación proyectada para 2020 asciende a 205 000 euros, aunque esa cifra se verá afectada inevitablemente por la crisis de COVID-19. Esto da un indicio del crecimiento constante de la cooperativa. Aunque enfrentamos oposición a nivel estatal (conservadora) y las empresas de energía tradicionales desacreditan nuestra gestión, fomentamos con éxito la participación y el empoderamiento ciudadanos y logramos incorporar los principios y valores de un nuevo modelo energético en la agenda de muchas organizaciones de Valladolid, incluida la Universidad de Valladolid, sindicatos, partidos políticos, ONG y otros municipios.
Estamos en medio de una transformación ecológica y hacemos hincapié en la necesidad de reducir el consumo total de energía y mejorar la eficiencia energética tanto como sea posible. Nuestra campaña de fomento de la energía solar en los hogares tiene el respaldo del municipio de Valladolid. Un sistema que hemos creado para suministrar electricidad generada por baterías y energía solar fotovoltaica se puede transportar en bicicleta y se presta habitualmente a organizaciones sociales para reemplazar los generadores diésel en muchos eventos públicos. Así se reduce la contaminación, los gases de efecto invernadero y el ruido.
Impacto de la pandemia de COVID-19
La pandemia de COVID-19 afectó considerablemente nuestra labor ya que habitualmente realizamos visitas a nuestros clientes con el fin de comprobar si es viable la instalación de autoconsumo solar fotovoltaico o el reacondicionamiento de un edificio. Por lo tanto, nuestro plan de trabajo debió rediseñarse para darle más peso a las tareas que puedan cumplirse trabajando desde casa, como mejorar la comunicación por internet -por ejemplo, grabar videos originales en un tono alegre para sensibilizar sobre los problemas energéticos y videos tutoriales para que las personas que instalan sistemas de autoconsumo fotovoltaico puedan realizar el mantenimiento de forma autónoma.
Cita del comité de evaluación
“Una historia muy inspiradora: una cooperativa originada en un movimiento político, que demuestra que otro futuro energético sostenible y justo es posible, logró crecer hasta cierto punto, recibió el apoyo de otras cooperativas en su crecimiento, tiene visiones políticas más amplias y está comprometida con campañas nacionales de energía al tiempo que brinda un servicio a las personas.”
– Sam Cossar-Gilbert
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Para saber más puede leer este artículo en profundidad en El Salto. También, más abajo puede descargar el formulario de solicitud cumplimentado por esta iniciativa para participar en el premio Ciudades Transformadoras.